Después de viajar por unas carreteras sinuosas y con unas curvas de vértigo desde las Hurdes y las Mestas (Cáceres), pasando por el valle de las Batuecas, llegamos al Portillo , donde pude respirar pues ya solamente nos quedaba una bajada hasta el pueblo de La Alberca.
Hay que recorrer sosegadamente las calles y plazas de La Alberca y así te encontrarás con atractivos rincones y perspectivas, en los que destaca una arquitectura popular levantada a base de piedras y entramados de madera.
En cuanto llegas a la Alberca te transportas a través del tiempo a otros lugares y otras épocas.
Casualmente ese día había un concurso de pintura al aire libre en el que participaban gentes de todos sitios, y por supuesto con unos rincones tan bellos, La Alberca no defraudó a nadie.
Desde La Alberca, se puede visitar el Santuario de la Peña de Francia donde se venera la Virgen morena de la Sierra , a la que por cierto yo no puede subir con gran pena por mi parte , pero no me lo recomendaron por mis vértigos, ya que si lo pasé mal subiendo desde las Batuecas no quiero ni pensar en esas alturas.
Otros pueblos de la Sierra: Mogarraz, Monforte, San Martín del Castañar, Sequeros, etc también merecieron nuestra visita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario